Diego Germán y Yesi Tatiana son medallistas en los Juegos Nacionales 2019.
Yesi Tatiana y Diego Germán Dueñas Gómez, hermanos y campeones del ciclismo bogotano en los Juegos Nacionales.
Noviembre 27 de 2019 (@IDRD).- Yesi Tatiana y Diego Germán Dueñas Gómez son uno de los curiosos 40 casos de familiares que componen la delegación de Bogotá en los Juegos Nacionales y Paranacionales Bolívar 2019.
Son hermanos, ambos ciclistas tanto en pista como en ruta, ella es convencional y él paralímpico. Y tienen en común no solo ser hermanos, sino ser campeones, medallistas de oro. Vienen de una familia muy unida, tradicional, donde el deporte es uno más de la misma. Martín Dueñas y Laudice Gómez inculcaron a sus tres hijos el deporte desde que tenían uso de razón.
El mayor Diego (29 años) es ciclista, Carolina (27) lo fue, pero ya se retiró y Tatiana (21) también lo es.
Complemento ideal
Los únicos activos son Diego y Tatiana, quienes además de hermanos, son amigos, confidentes, consejeros… son todo un equipo.
Él comenzó como patinador, pero a los 17 años sufrió un accidente que le afectó el nervio ciático. Pero como el deporte era su vida, encontró en el ciclismo paralímpico su pasión. Ha sido ganador de Copas del Mundo, medallista en los Juegos Parapanamerianos y Juegos Paralímpicos, además de campeón mundial.
Tatiana siempre ha sido ciclista y a su corta edad ya ha conseguido ser campeona panamericana juvenil en scratch y persecución individual, y campeona en Juegos Suramericanos y plata en Centroamericanos en la persecución por equipos.
Como están en el mismo deporte, muchas veces concuerdan en concentraciones y viajes, lo que les ha servido. Se apoyan, se aconsejan, se acompañan. Esto nos contaron en una amena charla, su vida dentro y fuera del deporte.
¿Quién es más centrado y quién más ‘loco’?
Diego: “Por igual. Somos muy centrados en el deporte y en la familia. Pero tenemos muchas locuras también. Empezando con que para montar en bicicleta hay que estar loco. Así que estamos igual de locos (risas)”.
Tatiana: “Somos iguales. Hay que buscar espacios donde no solo tengamos que estar concentrados y focalizados en nuestro deporte y en lo que queremos. También hay que buscar espacios donde abrir un poco la mente, distraerse un poco y reírse”.
Diego Dueñas, en el podio como ganador.
¿Quién es más de buen genio y quién es de más mal genio?
D: “Yo soy más de mal genio. Quizá por los años. Uno con los años se vuelve más meticuloso con todo y en eso yo soy más viejito, muy chocho con todo”.
T: “Yo soy más fresca, claro. Cosas de la juventud creo. Soy más relajada, tranquila, y aprendo del ejemplo de él para no cometer los mismos errores”.
¿Son de carácter fuerte o nobles?
D: “Somos nobles, pero toda la vida personal y deportiva que hemos tenido nos ha enseñado a madurar para saber controlar ciertas situaciones. En lo personal siempre nos inculcaron que por encima de las medallas está el ser buena persona”.
T: “El deporte y estar mucho tiempo fuera de casa nos ha dado templanza. Pero normalmente somos tranquilos y nos llevamos bien con la gente por eso”.
¿Es bueno estar juntos en concentraciones? ¿Cómo han manejado eso?
D: “Creo que es bueno. El ejemplo que le brindé en algún momento a mi hermana, siendo menor. Nos criaron en un ambiente deportivo y al estar en el mismo deporte nos sirve. Aprendemos uno del otro, nos complementamos muy bien”.
T: “Cada uno tiene una manera de aportarle al otro, ser un polo a tierra. Y es curioso porque él no se deja decir casi nada de mi mamá o de mi papá. Y yo le digo a él las cosas, me escucha y entiende el punto al que yo voy”.
¿Cómo califican la relación de ustedes dos?
T: “Él es el héroe de mi vida, el amor perfecto porque conozco sus defectos y fortalezas. Y aunque él vive en otra ciudad, constantemente tenemos contacto. No hablamos todo el tiempo, pero cada que lo hacemos le damos ese tiempo de calidad”.
D: “Somos el complemento el uno del otro, en el deporte y en lo personal. Somos hermanos y somos muy espirituales y sabemos que si estamos aquí juntos es por algo. Nos ayudamos a crecer el uno con el otro”.
Tatiana Dueñas (izq.) ganó su medalla de oro en la persecución por equipos.
¿Viven como propios los éxitos y logros del otro?
D: “Claro. Celebramos todo, reímos, lloramos. Mis triunfos son de ella y los de ella son míos. Somos una familia unida y todos los cinco celebramos por igual lo de todos. Sus medallas en los Bolivarianos y Centroamericanos en la persecución, consiguiendo tan joven una medalla en este ciclo, me llenaron”.
T: “Si, nos sentimos siempre muy cercanos. Cuando Diego fue campeón del mundo yo iba entrenando. Mi papá me llamó y me dio la noticia, me hice a la orilla de la carretera y me puse a llorar sobre la bicicleta. Me sentí muy tranquila porque él fue campeón del mundo. Sentí como si yo lo hubiera sido”.
¿Los triunfos de cualquiera son un bálsamo para la familia cuando a veces hay momentos duros?
T: “Sí, seguro. En mi familia fuimos campeones con él, cada triunfo es de todos. Yo he aprendido que el día en que tenemos una buena racha, un triunfo, se nos olvida todo”.
D: “Cuando ganamos es un bálsamo, como dices, porque siempre quise eso para ella. Todos queremos lo mejor para el otro. Pero aspiro a mucho más para ella”.
¿Qué valores destacan del otro, y qué no les gusta?
T: “Le valoro la valentía que tiene en todo sentido. Desde el momento de su accidente él asumió su situación. Tuvo que madurar, asimilar muchas cosas, y se enfrentó algunos desafíos muy grandes. Así la familia estuviera con él, él solo tuvo que a los 17 años sobreponerse a eso y salir adelante. Y no me gusta a veces que es muy atacado, dice una cosa, luego otra, se estresa”.
D: “De ella admiro su capacidad de asimilar tantos retos por temporada, porque en el deporte paralímpico tenemos menos retos. De lo personal, su aguante emocional por esas mismas situaciones que te da el deporte. Y no me gusta lo relajada que es a veces en los entrenamientos… cosas de juventud”.
¿Son celosos el uno con el otro?
D: “Claro. Con mi hermana Carolina fui más celoso porque es la que me sigue, era mi primera hermanita. Con ella aprendí mucho. Con Tata soy más relajado, aunque sí muy celoso con su futuro deportivo, Cuando veo que algún muchacho le está afectando su futuro deportivo, ahí sí me meto con toda. De resto, normal”.
T: “Claro, aunque es mayor, es mi hermano. Pero normal”.
¿Por qué ríen y por qué lloran?
D: “Río porque es el diario vivir; si no estás feliz no vives. Y lloro cuando hay algún inconveniente en mi familia”.
T: “Río porque hay que vivir la vida. Y con una sonrisa se puede contagiar a alguien que esté triste. Y lloro por dolor a mi o mis allegados”.
¿Cómo se definen el uno al otro y a sí mismos?
D: “A Tata la defino como una guerrera de luz, de lo intangible. Y yo me defino igual, un guerrero”.
T: “Yo a él lo defino como un guerrero porque venció la adversidad. Y yo también soy guerrera”.
A toda velocidad
Concuerdan en que el deporte brinda una sola oportunidad, por la edad, y quieren aprovecharla. Por eso se dedicaron al ciclismo de lleno, 100 por 100 al deporte. Cuando se bajen de la bicicleta decidirán qué hacer, pero quieren impulsar el deporte.
Los dos creen en Dios, es su fortaleza. A Diego le gusta el color azul, el sushi, caminar por las montañas. A Tatiana le gusta el negro, leer e investigar y adora la pizza hawaiana.
Él se identifica con el tigre porque desde pequeño su papá siempre le decía así, “tigre”. Ella con el águila por sus habilidades y destrezas, porque le gusta volar y no dejarse cortar las alas (por eso tiene tatuadas dos alas en la espalda).
Diego Germán y Yesi Tatiana son hermanos, ciclistas y medallistas de oro en los Juegos, campeones… son todo un equipo ganador.
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