
El Parque Bonanza tiene una trayectoria vinculada al crecimiento deportivo y social de la zona. Algunos de sus escenarios más destacados son la cancha de grama sintética, siendo el principal espacio para la práctica de fútbol y la cancha para la práctica de rugby en la localidad, la cual se ha convertido en un lugar significativo para los equipos y la comunidad en general.
El parque fue construido como parte del desarrollo del barrio La Bonanza, un proceso que comenzó a gestarse en las décadas de 1970 y 1980. Durante este período, Bogotá experimentó un rápido crecimiento urbano, lo que llevó a la transformación de muchas de sus áreas rurales en zonas urbanas. En este contexto, Engativá, al igual que otras localidades, requería espacios recreativos y deportivos para sus habitantes, especialmente cuando se priorizaba la creación de instalaciones para la recreación y el deporte.
En la década de 1980, a medida que la urbanización de Engativá se intensificaba, el terreno donde hoy se encuentra el Parque Bonanza fue destinado para actividades recreativas y deportivas, con el objetivo de ofrecer a los residentes un espacio para el esparcimiento. Al mismo tiempo, la zona comenzó a consolidarse como un barrio residencial.